Te Adoramos
Te adoramos, te bendecimos y exaltamos tu nombre. Levantamos nuestras manos a Ti, como nuestros padres lo hicieron, como nuestros ancestros de hace mucho. Levantaron sus manos santas hacia un Dios soberano y como mi hermano Habacuc dijo hace muchos, muchos, muchos años: “Me regocijaré y me gozaré. Tú Señor Soberano eres mi fuerza”. Tú eres la fuerza de mi hermano. “Tú haces mis pies como de siervo. Me fortaleces, me haces andar en las alturas”
Y así desde este momento en adelante, damos un paso al frente y levantamos nuestros ojos y nos levantamos y caminamos en la gloria que eres Tú y bendecimos tu santo nombre.
Gracias por tu Palabra. Gracias por instruirnos. Gracias por enseñarnos. Que la Palabra de Dios caiga sobre la tierra fértil de nuestros corazones; eche raíces y produzca en todos mis hermanos, en todos tus Santos al treinta, sesenta y ciento por uno en las cosas de Dios.
Gracias Dios. Te bendigo. Amén.
A tu nombre, bendecimos
Eres excelso por siempre
Nuestro Señor y nuestra fuerza
Te adoramos por siempre
Te adoramos por siempre
Te adoramos por siempre